Cuando llegó todo el mundo nos pusimos en fila y caminamos hacia el altar, a mí me tocó estar al lado de mis compañeros Manuel y Antonio que por cierto son hermanos y a mi compañera Inma le tocó estar al lado de Víctor y Guillermo.
Cuando el padre nos dio “La forma consagrada” yo me sentí muy especial como si fuera la protagonista de todos los cuentos y películas del mundo. Una cosa que no he dicho es que la iglesia estaba muy bonita con esas flores naranjas y el coro cantó muy bien.
Ya se acabó la misa y nos fuimos hacia Hornachuelos para celebrar el convite, allí había más familia de la que fue a la iglesia por supuesto.
Me regalaron un montón de cosas en especial mucho dinero, el regalo que más me gustó fue la Nintendo DS.
Aprovechando que era el día de las madre, mi padre y yo compramos un precioso ramo de flores, y yo también le regalé las cosas que habíamos hecho en la escuela. A mi madre le gustó mucho y se emocionó.
Mi prima me echó un montón de fotos de diferentes posturas, unas sentadas, otras de pié... ya quedaba poco para que se acabara todo. Yo no quería pero esto tenía que pasar.
Ya sé que esto es ley de vida pero me hubiera gustado que mi comunión se hubiera repetido todos los días pero no por los regalos si no porque estaba junto con toda mi familia. Esta experiencia sé que nunca lo olvidaré.
La Super Star