Una noche oscura y fría, desde mi cama, vi a alguien en el cementerio.
Estaba nervioso, pero, a la vez intrigado. ¿Quien sería? No creía en los fantasmas, pero, no sabía que era. Salí de la cama, miré por la ventana y sopló un viento fuerte y gélido. Asustado me fui a mi cama y cerré los ojos. Estaba muy asustado. Despacio me asomé otra vez y allí estaba esa sombra oscura y escalofriante. Seguro de mí mismo bajé a la puerta y la abrí. Sigilosamente me acerqué a la verja, la sombra estaba más lejos, después desapareció. Guiñe el ojo extrañado ...¿como era posible?
Entonces lo vi otra vez, confiado le dije: ¿Quién eres?, pero se fue. Al día siguiente volvió, entonces llame a mis padres, se levantaron y miraron pero no estaba. Les dije que estaba seguro de que estaba allí, me acosté nervioso e intrigado. A la mañana siguiente, en el colegio, lo conté, pero, no me creyeron,cuando llegue a casa fui al cementerio para investigar, no había rastro, ni pruebas.
Volví a casa, investigué algunos casos iguales, pero, no había ninguno como éste, era extraño, este caso no se había visto nunca. Por la noche, miré otra vez y allí estaba ese cuerpo misterioso. Estaba ansioso por saber qué era, pero a la vez un poco asustado. Pensé que era mejor terminar el caso mañana. Pero no, fui directo a resolver este caso interesante. Entre las tumbas, la sombra iba directamente a dos de ellas. Me pregunté: ¿Por qué sólo a esas tumbas?, ¿por qué no a las otras?
Era en todo caso raro.
Le dije: -¡Oye!”. Y me respondió una voz sin aliento: -¿Qué?”.
Asustado, fui corriendo a mi casa y llamé a la policía. Una vez llegada, la sombra echó a correr. La policía iba detrás. Al final, se trató de un delincuente, muy buscado, que pasaba la noche en el cementerio
Al otro día me concedieron una medalla de honor por encontrar al delincuente, fue una historia que nunca olvidaré.
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