Nunca olvidaré el día por la mañana temprano, que me llamó por teléfono mi tito Agapito y me dijo que si quería irme con él y mi primo Juan, a pescar al pantano. Yo le dije que sí. Vinieron a por mí a las ocho de la mañana y nos fuimos en el coche. Estuvimos mucho tiempo pescando.
Yo no tenía caña de pescar, pero mi primo Juan me prestó una, cuando de pronto pica un pez y tira de la caña muy fuerte, mi tito y mi primo me ayudaron a sacar el pez. Era una enorme carpa de tres kilogramos y un metro de largo, nos hicimos una fotografía para tenerla de recuerdo.
Después soltamos el pez en el pantano para que quedara en libertad y que creciera mucho más. Me lo pasé muy bien y me divertí mucho. Mi tito me felicitó por la pesca. Luego nos fuimos a comer mi tito, mi primo y yo juntos al bar que hay el barrio y nos pusieron tortilla de patatas, salmorejo y flamenquín con patatas fritas. Estaba rico pero que muy rico. Nunca lo olvidaré, fue impresionante.
Loren
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