Desde que nació mi hermano me siento muy feliz y muy contento.
Cuando mi hermano nació, en mi interior entró un rayo de esperanza y una ola de alegría inmensas; me dio unas ganas de cogerlo y abrazarlo. Pero una fuerte tormenta de lluvia y truenos ruidosos me molestaba en los oídos y me impidió acercarme a él.
Me tapé los oídos y fui acercándome cada vez más, entonces un horrible olor me entró por la nariz, pero eso no me impidió cogerlo y abrazarlo.
Fue la primera vez que vi sus ojos, la primera vez que le toqué, la primera vez que lloró y la primera vez que él me vio … ¡Nunca lo olvidaré!
El tigre tierno
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