Hola, soy Carlos y os voy a contar una historia que me pasó este fin de semana. Veréis.
Yo estaba jugando con mis amigos a los coches teledirigidos, cuando a mi amigo Juan se le metió el coche en una casa terrorífica. José dijo que entrásemos para recuperarlo paro Juan tenía miedo, así que lo echamos a suertes y tocó entrar. Cuando entramos, la casa era tan terrible que no supe si alegrarme de haber entrado o ponerme a llorar del miedo.
De repente, Juan lanzó un grito tan horroroso que hasta se cayó un florero que había en un mueble de la casa. Nos quedamos todos parados como postes; pero, sólo se había asustadote su sombra. Tuvimos la suerte de que José se había llevado la cámara de vídeo para grabar las carreras, así que la utilizó para grabar el interior de la casa.
Mientras caminábamos, pasamos del frío al calos, y a algo escalofriante: una niebla muy fea envolvió a José y…¡desapareció! Juan empezó a acercarse más a mí y empezó a chillar histérico. Escuchamos un ruido y el coche de Juan salió corriendo, pero, ¡Juan no tenía el mando! Unos pasos se oían cada vez más cerca y Juan y yo nos abrazamos y gritamos un montón. De pronto, una risa contagiosa se escuchaba de fondo: era José con el mando del coche de Juan. ¡Todo había sido una broma!...aunque a Juan y a mí no nos hiciera mucha gracia.
Flor
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