La primera vez que me vi, no me lo podía creer. ¡me había convertido en un perro!
No me lo creía, veía mi cuerpo y mis piernas, bueno patas en el espejo.
Lo peor de todo era que nadie me conocía, la primera vez que vi a mi madre gritó: ¡un perro!
Intenté explicarle que era yo, su hijo que me había convertido en un perro, pero claro, con mis ladridos no la convencía. Pero ella me dejo en la casa esperando a mi padre y a mis hermanos.
Cuando llegaron la reacción de mi padre fue ¡ yo aquí no quiero perros !
De mi ausencia nadie se acordaba hasta que mis “hermanos” volvieron del colegio. Tampoco se acordaron de mi. Pero mi madre les pregunto: ¿ Donde esta vuestro hermano ?
Entonces ahí fue cuando mi madre y mis hermanos empezaron a pensar que yo me había convertido en el perro, pero mi padre solo pensaba en echarme.
Mi madre de repente supo que yo era su hijo se lo explico a mi padre y a mis hermanos y ellos lo entendieron.
Pero ahora ellos solo pensaban ¿ Como volvería a ser un niño ?
La mas inteligente de todas, mi madre, pensó en la maquina del tiempo.
Fuimos a la tienda de tecnología y la compramos. Cuando llegamos a casa dimos la vuelta atrás.
La noche de antes mi madre me dio un beso y me dijo buenas noches.
Al día siguiente desperté tenia manos, piernas y sabia hablar empecé a gritar mi madre subió y empezó a gritar conmigo...
Cuando mi padre vino se puso muy contento de verme y mis hermanos daban saltos de alegría nos abrazamos y volvimos a ser la familia feliz que éramos.
Perro
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