viernes, 16 de abril de 2010

NUNCA LO OLVIDARÉ


Cuanto más pienso más lo recuerdo.

Un 27 de julio, en una noche estrellada, empezó mi viaje hacia un mundo imaginario. Vi un resplandor de una estrella fugaz y pensé en un deseo. Lo mejor es que se hizo realidad. Soñé con un mundo sin guerra donde todas las personas se miraran con buena cara. Un mundo sin problemas, sin pena, sin angustia, un mundo feliz y cordial, donde no hubiera catástrofes naturales, ni muertos en ellas. Pero lo peor era que cada vez que pasaba algo fantástico, pensaba: es un sueño y los sueños acabarán.

Entonces volví a recordar que, con ayuda, esto se podía lograr; y así fue como desperté de mi gran sueño.

Estuve pensando ideas para lograr que el mundo fuera así de verdad. Recaudé fondos para los pobres y ayudé a los demás. Por una hora, un minuto ,un segundo... lo pude lograr.

Así recuerdo cada día mi sueño imaginario para ver si algún día, por fin, se cumplirá.

Gema

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