domingo, 25 de abril de 2010

LA FORTUNA DE PÉREZ



Sábado por la mañana;

- ¡¡Au Ay!! ¿Que pasa?

No me puedo mover y alguien me está rascando la cabeza, bueno todo el cuerpo.

Vaya meneo me están pegando. Pero...¡¡¡Si soy un diente¡¡¡

¿Cómo he llegado hasta aquí? Esto es muy extraño...

Puesto que soy un diente, esperemos que mi dueño sea una persona que sonría,... Así veré la luz del sol.

La vida de diente es muy aburrida, aunque charlando con mis nuevos vecinos se me pasa el rato. Al día siguiente nos pusimos muy tristes, porque se nos fué nuestro querido colmillo de leche; ¿Sabes por qué? Porque el burro de mi amo, quiso partir una nuez con la boca; a mi, también estuvo a punto de arrancarme de cuajo. Pero...¡¡¡Que sorpresa!!! Ya ha salido el nuevo colmillo, se ha presentado y hemos estado todo el día charlando con el, es muy simpático. Hoy me siento sucio, llevo todo el día esperando que Juan mi dueño se lave la boca.

Son las 21: 30. por fin ha llegado la hora de lavarse los dientes.

Otra vez ¡¡¡me ha meneado como un cacharro de feria!!!; pero ha merecido la pena, porque me ha dejado como los chorros del oro.

Qué extraño... Juan ya tenía que estar en la cama....¡¡¡NO ES ENJUAGUE BUCAL DE MENTA EXTRAFUERTE!!! Madre mía me ha sacado la porquería hasta de las neuronas.

A la semana siguiente no paraba de menearme parecía un columpio; entonces Juan me arrancó de cuajo. Me metió debajo de su almohada: su intención era recibir la recompensa de Pérez.

RIN RIN RIN, el sonido me llegaba amortiguado; me despertó.

Todo había sido un sueño.

David

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