martes, 27 de abril de 2010

NUNCA LO OLVIDARÉ


Tolón-Tolón.. sonaban las campanas del 4 de Mayo. Era el día de mi comunión yo estaba muy contenta porque no sabía que era hacer la comunión. Fui a primera hora de la mañana a la peluquería para que me peinasen, me pusieron muy guapa, me hicieron un medio recogido muy mono. Toda la gente que me veía me decía que estaba muy guapa y que hoy era un día muy especial. Llegué a mi casa todavía nerviosa, ya estaba allí mi familia esperándome para grabarme. Mi madre me dijo que me empezara a vestir pero yo no podía porque con los nervios... bueno que al final me ayudó mi madre a vestirme, una vez terminada de vestir llegaron ya mis otros tíos y tías. Mi abuelo se emocionó al verme tan guapa que hasta se le cayeron las lágrimas, a mi abuela aunque estaba también emocionada fue valiente y no lloró. En mi patio me hicieron unas fotos y me grabaron de nuevo, hasta que yo me cansé y ya dije que nos fuéramos para la iglesia. Fui muy precipitada al decir eso porque cuando llegué ni habían llegado mis compañeros ni había llegado el padre.

Cuando llegó todo el mundo nos pusimos en fila y caminamos hacia el altar, a mí me tocó estar al lado de mis compañeros Manuel y Antonio que por cierto son hermanos y a mi compañera Inma le tocó estar al lado de Víctor y Guillermo.

Cuando el padre nos dio “La forma consagrada” yo me sentí muy especial como si fuera la protagonista de todos los cuentos y películas del mundo. Una cosa que no he dicho es que la iglesia estaba muy bonita con esas flores naranjas y el coro cantó muy bien.

Ya se acabó la misa y nos fuimos hacia Hornachuelos para celebrar el convite, allí había más familia de la que fue a la iglesia por supuesto.

Me regalaron un montón de cosas en especial mucho dinero, el regalo que más me gustó fue la Nintendo DS.

Aprovechando que era el día de las madre, mi padre y yo compramos un precioso ramo de flores, y yo también le regalé las cosas que habíamos hecho en la escuela. A mi madre le gustó mucho y se emocionó.

Mi prima me echó un montón de fotos de diferentes posturas, unas sentadas, otras de pié... ya quedaba poco para que se acabara todo. Yo no quería pero esto tenía que pasar.

Ya sé que esto es ley de vida pero me hubiera gustado que mi comunión se hubiera repetido todos los días pero no por los regalos si no porque estaba junto con toda mi familia. Esta experiencia sé que nunca lo olvidaré.

La Super Star

NUNCA LO OLVIDARÉ


Nunca olvidaré el viaje que hice en 2009 con una compañera y el maestro a Segovia y a Cáceres.

El lunes 22 de Marzo, salimos de Córdoba en el tren A.V.E y llegamos dos horas después a la estación de Atocha ( Madrid ). Cogimos el metro para llegar a Chamartín y nos paramos a comer; después nos dirigimos en autobús a Valsaín ( Segovia ) y al llegar nos dieron las habitaciones en unas cabañas y nos quedamos en Valsaín dos días y una noche. En esos dos días visitamos: la ciudad de Segovia y el Centro Nacional de Educación Ambiental. A la mañana siguiente visitamos el Centro Nacional de Educación Ambiental, donde nos entregaron a todos los ganadores un trofeo y un regalo que contenía: unos prismáticos, un póster, guías de los parques nacionales españoles y un teatro con el que ganaron el año pasado, unos amigos míos de Asturias. Por la tarde visitamos la ciudad de Segovia. Segovia es muy grande, tiene muchas casas con distintos decorados y estilos. Vimos un montón de iglesias y santuarios y también visitamos el famoso acueducto de Segovia, es de la época de los romanos y lo usaban para llevar el agua desde las montañas a la ciudad; el acueducto está formado por miles de piedras del tamaño de un sillón grande apiladas una encima de otras por la presión. Al día siguiente fuimos en autobús asta Plasencia ( Cáceres ). Al llegar hicimos grupos de cuatro para alojarnos en cabañas del camping Monfragüe, cerca del parque nacional de Monfragüe. Allí comimos en el restaurante del camping, que era muy amplio y decorado con cuadros de aves y mamíferos. Por la tarde visitamos el parque nacional de Monfragüe. Vimos un montón de buitres leonados, pajarillos, flores de colores y distintas formas y especies. También vimos un zorro que nos seguía hambriento por al lado de la carretera, algunos niños y niñas le daban parte de su bocadillo. Hicimos un recorrido de seis kilómetros subiendo y bajando cuestas rodeados de naturaleza. A la mañana siguiente fuimos de nuevo al parque nacional de Monfragüe donde hicimos otro largo recorrido de ocho kilómetros que terminamos con una parada en un merendero para comer y descansar viendo el paisaje. Al día siguiente nos montamos en el autobús y fuimos a Madrid, allí vimos una película en 3D en el cine IMAX y después fuimos a la estación de Atocha y volvimos a Córdoba donde nos bajamos del tren y cogimos camino a Céspedes.

Navas

El colegio público rural Bémbezar


Allí conocí a los mejores amigos del mundo y a unos maestros que son una maravilla. Me enseñaron a ser una niña educada, a escribir, a pintar, a relacionarme con los demás. De todos los amigos que tengo hay algunas que son mejores, porque con ellas estoy desde que entré a la escuela, o sea, desde que tenía tres años. Ellas son Carolina y Belén. Me gustan mucho las excursiones que realizan el colegio, porque así nos relacionamos con los niños de otros pueblos. Hemos ido de excursión al cerro que tenemos aquí en Céspedes, y me lo pasé genial con todos mis amigos. Al terminar el curso fuimos a Madrid, es la primera vez que me voy por ahí sola sin mis padres y con los amigos y tan lejos, yo creía que no me lo iba a pasar muy bien porque iba a echar de menos a mis padres. Pero no, fue una experiencia inolvidable conocí muchos museos y fui a un parque de atracciones. Ese viaje no lo voy a olvidar en toda mi vida. También hemos ido a Córdoba, a la Ciudad de los Niños, a la Sinagoga, a un Museo Arqueológico, esa excursión también me ha gustado mucho y vi a una maestra que llevaba sin verla cuatro años, más o menos, me alegré mucho, porque a esa señorita que se llama Lourdes le tengo mucho aprecio. En esa excursión salté, jugué, me reí mucho con los demás niños y niñas, y hasta canté a la vuelta para casa. Y muchas más excursiones que hemos echo y en todas me lo e pasado genial. Hay algo en mí que me da que pensar que algún día Carmen, Carolina, Belén, Inmaculada y yo, nos vamos a separar por circunstancias de la vida. Pero no lo quiero pensar porque cuando lo hago me pongo muy triste. Carmen quiere ser notaria, Inmaculada bailarina, Belén modista y Carolina y yo queremos ser maestras. Ella y yo pensamos que nunca nos vamos a separar y que vamos a estar en el mismo colegio trabajando y que vamos a vivir juntas hasta que seamos mucho más grande para echarnos novio y casarnos. La verdad es que yo no quiero separarme de mis mejores amigas. Las experiencias que he vivido y las que me queda por vivir con el colegio nunca las voy a olvidar. Nunca olvidaré esos maestros y a esos amigos que han estado con migo para lo bueno y para lo malo, las fantásticas excursiones que gracias a ellas he visto cosas muy bonitas. Todo esto lo tengo guardado en mi mente y en mi corazón .

Corazón de melón

lunes, 26 de abril de 2010

EL PALACIO DE HIELO


En estas vacaciones Madrid 2010, hemos ido a muchos lugares pero entre ellos hay uno que destaca, El Palacio De Hielo. Allí fue donde mejor me lo pasé sobre todo porque no me creía capaz de mantener el equilibrio sobre esas cuchillas tan finas y afiladas.

La pista de patinaje era enorme y hacía un frio tremendo, Después de cambiar nuestro calzado por los patines de cuchilla, ascendimos por unas escaleras con gran dificultad para no caernos, llegando hasta la pista de hielo. Allí se distinguía claramente las personas que habían patinado antes de las que no lo habíamos hecho nunca.

Los novatos íbamos agarrados de la barandilla que había en los bordes de la pista, avanzando no más de la distancia que nos permitían nuestros brazos, ya que si nos soltábamos, nos dábamos un “culetazo”.La primera vuelta se me hizo interminable, tenía mucho miedo, pero al cabo de un rato iba “bailando”, aunque también me caía algunas veces, unas 8 o 9 si mal no recuerdo.

Era obligatorio llevar guantes para reservar las manos de posibles cortes provocados por el hielo de la pista al contacto con estas.

Después de estar media hora patinando a pasito lento, era tal el esfuerzo realizado que empezamos a sudar a pesar del frio reinante y hasta nos salió rubor en las mejillas. Por fin cogí confianza y empecé a acelerar la marcha un poco pero sin retirarme del borde por si acaso y sin dejar de mirar asombrado al monitor y a aquellos patinadores que tan bien lo hacían; incluso patinaban de espaldas. ¡Ojalá yo llegara a hacerlo algún día la mitad de bien que ellos!.

Jamás pensé que patinar sobre hielo fuera tan difícil y emocionante a la vez y comprendí el esfuerzo y las horas que han tenido que dedicar los patinadores profesionales hasta llegar a conseguir hacer esos saltos y piruetas tan increíbles. ¡Cuánto mérito!

Después de esta sensacional aunque breve experiencia, pensé en cuanto me gustaría practicar este deporte, aunque en Córdoba lo tenía difícil con el tema de la nieve.

La verdad , es que mi visita al “Palacio de Hielo” nunca la olvidaré.


El iceberg rojo

domingo, 25 de abril de 2010

El niño perro


La primera vez que me vi, no me lo podía creer. ¡me había convertido en un perro!

No me lo creía, veía mi cuerpo y mis piernas, bueno patas en el espejo.

Lo peor de todo era que nadie me conocía, la primera vez que vi a mi madre gritó: ¡un perro!

Intenté explicarle que era yo, su hijo que me había convertido en un perro, pero claro, con mis ladridos no la convencía. Pero ella me dejo en la casa esperando a mi padre y a mis hermanos.

Cuando llegaron la reacción de mi padre fue ¡ yo aquí no quiero perros !

De mi ausencia nadie se acordaba hasta que mis “hermanos” volvieron del colegio. Tampoco se acordaron de mi. Pero mi madre les pregunto: ¿ Donde esta vuestro hermano ?

Entonces ahí fue cuando mi madre y mis hermanos empezaron a pensar que yo me había convertido en el perro, pero mi padre solo pensaba en echarme.

Mi madre de repente supo que yo era su hijo se lo explico a mi padre y a mis hermanos y ellos lo entendieron.

Pero ahora ellos solo pensaban ¿ Como volvería a ser un niño ?

La mas inteligente de todas, mi madre, pensó en la maquina del tiempo.

Fuimos a la tienda de tecnología y la compramos. Cuando llegamos a casa dimos la vuelta atrás.

La noche de antes mi madre me dio un beso y me dijo buenas noches.

Al día siguiente desperté tenia manos, piernas y sabia hablar empecé a gritar mi madre subió y empezó a gritar conmigo...

Cuando mi padre vino se puso muy contento de verme y mis hermanos daban saltos de alegría nos abrazamos y volvimos a ser la familia feliz que éramos.

Perro


¡¡¡ SOY UN RATÓN !!!


Una mañana de verano me desperté y estaba dentro de un zapato .

Me pregunté : “¿ Cómo habré llegado aquí ?”.

Salí del zapato y miré a mi alrededor , todo era muy extraño . Entonces recorrí la casa , hasta que llegué al cuarto de baño. Me miré al espejo y... ¡¡¡ era un ratón !!!

Todo aquello me pareció muy extraño ,

“¿ qué habría hecho yo ?”.

Entonces en ese mismo instante recordé :

“¿ serán las judías de ayer ?”. Pasó una hora ,dos horas...

Volví a mirarme al espejo, y otra vez estaba ahí esa nariz larga con bigotes y también la cola .

En aquel momento se abrió el grifo y caí a la tubería .

Allí encontré mi moneda de la suerte, el anillo de mamá, el pendiente de mi hermana y el cromo de papá. También encontré rincones que nunca había visto …

Después de tanta investigación , estaba cansado y volví a mi cuarto; me eché en mi cama y me

quedé dormido .

De repente sonó el despertador, y escuché a mi madre decir: “Venga a levantarse que ya está el desayuno”.

Entonces fui corriendo al cuarto de baño, me miré al espejo, y pensé :

¡¡Uf , todo ha sido un sueño !!

Nunca lo olvidaré.

Ratón

LA FORTUNA DE PÉREZ



Sábado por la mañana;

- ¡¡Au Ay!! ¿Que pasa?

No me puedo mover y alguien me está rascando la cabeza, bueno todo el cuerpo.

Vaya meneo me están pegando. Pero...¡¡¡Si soy un diente¡¡¡

¿Cómo he llegado hasta aquí? Esto es muy extraño...

Puesto que soy un diente, esperemos que mi dueño sea una persona que sonría,... Así veré la luz del sol.

La vida de diente es muy aburrida, aunque charlando con mis nuevos vecinos se me pasa el rato. Al día siguiente nos pusimos muy tristes, porque se nos fué nuestro querido colmillo de leche; ¿Sabes por qué? Porque el burro de mi amo, quiso partir una nuez con la boca; a mi, también estuvo a punto de arrancarme de cuajo. Pero...¡¡¡Que sorpresa!!! Ya ha salido el nuevo colmillo, se ha presentado y hemos estado todo el día charlando con el, es muy simpático. Hoy me siento sucio, llevo todo el día esperando que Juan mi dueño se lave la boca.

Son las 21: 30. por fin ha llegado la hora de lavarse los dientes.

Otra vez ¡¡¡me ha meneado como un cacharro de feria!!!; pero ha merecido la pena, porque me ha dejado como los chorros del oro.

Qué extraño... Juan ya tenía que estar en la cama....¡¡¡NO ES ENJUAGUE BUCAL DE MENTA EXTRAFUERTE!!! Madre mía me ha sacado la porquería hasta de las neuronas.

A la semana siguiente no paraba de menearme parecía un columpio; entonces Juan me arrancó de cuajo. Me metió debajo de su almohada: su intención era recibir la recompensa de Pérez.

RIN RIN RIN, el sonido me llegaba amortiguado; me despertó.

Todo había sido un sueño.

David

NUNCA LO OLVIDARÉ: PILÓN


Hola a todos los lectores, os voy ha contar una buena historia que me ocurrió hace tiempo, creo que os va a gustar. Yo estaba almorzando un buen plato de fideos hechos por mi madre.

Cuando terminé de comer salí a pasear por supuesto con el permiso de mamá; abrí la puerta, bajé los escalones, miré el buzón y cogí unas cartas de la junta de Andalucía y también unas postales de los vecinos nuevos que decían que iban a venir a visitarnos el viernes a las 17:30 o a las 18:00.

Luego fui al parque para jugar con mis amigos a fútbol, pero en el camino resbalé en un charco de lodo y me manche todo el pantalón. Me dio mucha vergüenza porque toda la gente me miraba y algunos niños se reían de mi, así que me metí en un callejón donde me encontré a un perro sucio y con un pelo desaliñado, era blanco y con algunas que otras manchas un marrón claro. Me asuste un poco pero no era agresivo, lo acaricié, y nos comprendimos en el primer momento; él estaba sucio y yo también, y también los dos teníamos mucha vergüenza.

Los dos nos miramos con cara de asco, pero pensamos algo, salir corriendo a toda velocidad para que no nos viesen ni pasar, nadie nos veía, todos se apartaban para que pasásemos, era guay, pero por mí no era, era por el perro ¡ohhh... que vergüenza!.

De repente me se ocurrió hacer una caseta para que fuera un miembro más de la familia.

Ahora los vecinos son nuestros mejores amigos y el perro que antes era un desconocido ya es mi mascota preferida y también tiene nombre, se llama PILÓN.

Le doy de comer, lo lavo y lo cuido, todos los días lo saco a pasear para que no se aburra ni un momento, cuando voy ha hacer un recado para mi madre me lo llevo conmigo hasta cuando voy a jugar con mis amigos, ya sabe casi jugar a fútbol.

``Nunca olvidaré a mi mejor amigo´´: PILÓN

Mari Atarjea

Nunca lo olvidaré: LA ESCAPADA


Esta es la historia de una chico y un chica que no se conocían de nada, pero un día se encontraron en la calle y fue un amor a primera vista. El chico que era el hijo del carnicero le dio una rosa roja a la chica y la chica sonrió. Entonces el chico fue a su casa a decirle a su padre que se había enamorado de la hija del doctor. El chico llego a su casa y dijo: -Papá, me he enamorado de la hija del doctor, pero el padre no se llevaba bien con el doctor y le dijo: -Olvidate de esa chica, ella no está hecha para ti, pero el hijo contestó: -No, papá, yo estoy enamorado de ella y nunca la olvidaré.

El chico le confesó su amor a la chica y la chica le dijo: -Yo también siento lo mismo por ti. Tras la respuesta de la chica el chico dijo: -Si nuestros padres no nos quieren ver juntos que no nos vean, la chica confusa le contestó: -¿Cómo que no nos vean ? El chico contestó: -Si nos fugamos del pueblo no nos verán juntos, la chica contestó: -vale.

A la mañana siguiente ambos cogieron sus cosas y se fueron juntos a otro pueblo donde comenzarían una nueva vida como una pareja feliz. La chica estaba confusa a la hora de hacer las tareas del hogar por eso salió a la calle a que le diese el aire y a conocer a la gente del pueblo. El chico cogió un trabajo en el campo para conseguir dinero. La feliz pareja decidió casarse sin que lo supieran sus padres, pocos días después se casaron. Los padres de la pareja empezaron a sospechar que se habían fugado juntos, el doctor reunió a una patrulla a la búsqueda de su hija.

Al cabo de unos meses, el doctor y su patrulla decidió buscar en el pueblo en el que se encontraba la pareja, el doctor miró a ambos lados, y ahí estaba su hija hablando con su vecina. El doctor dijo: -¿Pero qué estas haciendo en este pueblo? La chica contestó:

-Estoy aquí porque tú no querías verme con el hijo del carnicero, y el padre contestó:

-¡Así que ahora es tu novio! ¿eh?, ¿Pero como puedes estar enamorada de ese tipejo? Y la chica dijo: -No es ningún tipejo, es mi esposo, es el amor de mi vida y nunca lo olvidaré, si no puedes comprender eso es que ya no eres mi padre. La discusión duró unos minutos más y el padre acabó consintiendo que la chica se quedase en ese pueblo con el chico, y el padre dijo: -Volveré a visitarte; y como ese chico te este pegando, volverás conmigo a casa. El padre se fue y la pareja fue feliz para siempre.

Perico Moral

Nunca lo olvidaré: Aquellas vacaciones


El día doce de Agosto me levanté muy ilusionada, porque nos íbamos de vacaciones a Málaga mis amigos y yo. El día anterior preparamos las maletas y por la mañana estábamos listos para viajar, fueron tres horas aproximadamente de viaje, pero para mí fueron interminables. Pasamos por Marbella, allí había unas casas grandísimas y preciosas, el único defecto que le vi a Marbella era que casi todos los habitantes eran ricos. Cuando llegamos a Málaga, nos metimos en el camping ( había mucha gente ) y tuvimos que esperar una hora, pero mientras que nuestros padres esperaban para entrar en el camping, nosotros fuimos a la playa que estaba a unos 20 metros de allí.

Nosotros les ayudamos a nuestros padres a montar los convertibles , ya era de noche y nos fuimos a la cama. ¡La playa de Málaga era preciosa!

Al día siguiente, por la mañana fuimos a dar una vuelta por el camping, y conocimos a dos hermanos muy simpáticos, que nos hicimos amigos. Esa tarde fuimos a las piscinas y después a la playa, a mí me ocurrió una desgracia, ¡Me picó una medusa! Pero a pesar de todo me lo pasé muy bien. También fuimos a un concierto de Enrique Bumburi y nos encantó, porque canta muy bien.

Al día siguiente era el último que estábamos allí y lo aprovechamos todo lo que pudimos jugando, pero tuvimos que recoger e irnos.

Después de otras tres horas de camino, ¡Por fin llegamos! Al llegar a casa tuve una sorpresa: Todos mis amigos me esperaban para celebrar mi fiesta de cumpleaños con regalos y gominolas. Yo me emocioné tanto que se me saltaron las lágrimas. Ese día nos lo pasamos genial, aunque cuando ya era de noche caí rendida en la cama. Pero se me olvidó una cosa ¡Abrir los regalos! Era una barbie, una muñeca, un estuche con colores, ropa y dinero de mis familiares.

Al día siguiente era el último día de vacaciones y tuve que hacer todas las tareas que me mandaron para el colegio. Nos tocaba decir lo que habíamos hecho en vacaciones, y todos mis compañeros dijeron que estuvieron metidos en sus casas aburridos. Pero cuando me tocó a mi dije: -Yo en mis vacaciones me lo he pasado muy bien. ¡NUNCA LO OLVIDARÉ!

Y esas fueron mis mejores vacaciones de verano. Ese día fui la niña más feliz del mundo entero.

Claudia Piñones

NUNCA LO OLVIDARÉ.


Nunca olvidare cuando me regalaron a mi perro , fue el mejor día de mi vida y siempre lo sera siendo toda la vida .Yo no sabia que me iban a regalar un perro , todo me pillo por sorpresa, ¡pero la sorpresa me gusto mucho!

El se llama Rubi es un Yorkire Terrier nacido el 12 de Marzo de 2009, y ahora os voy a contar nuestra historia .

Mi padre al salir del colegio me dijo que iba hacer un video al llegar a casa , yo pensé que era mentira , pero fue verdad, me dijo que me fuera para el salón y esperara. De pronto vino mi madre con una bolita de pelo en brazos , yo creía que era el perro de una vecina de mi abuela y le pregunte a mi madre si el perro era para mi , cuando me dijo que si yo me puse muy contenta pegue un grito diciendo :¡¡ Un perrito !!

Estuve toda la tarde con el en brazos y jugando con el.

Todavía no lo podía sacar de paseo porque a los tres meses no está vacunado.

El día de las vacunas estaba muy nerviosa , creía que le iban hacer daño pero al final no le paso nada , pero ladro mucho.

Bueno , nos lo pasamos muy bien todo el verano jugando al pilla-pilla y al escondite.

Pasado un tiempo fuimos al veterinario a cortarle el pelo. La veterinaria era un poco gruñona y le tiraba de las patas y del pelo para que se estuviese quieto, cuando termino la peluquera mi perro le hizo un arañazo y yo le pegue un pisotón a la peluquera....

Podría tirarme todo el día contando anécdotas nuestras.....

Bueno en resumen que lo quiero muchísimo y que es muy muy especial para mi.

Silvia

UN DIA INOLVIDABLE


Aunque ha pasado algún tiempo, recuerdo como si hubiese sido ayer el día en el que junto a mis padres fui a ver el barco Juan Sebastián Elcano, al puerto de Almería. Por aquel entonces vivíamos en Cartagena (Murcia), ciudad en la que nací. Al lado de nuestra casa vivía una familia de Ferrol. El padre estaba destinado en el Juan Sebastián Elcano como profesor de los guardiamarinas. Un día que vinieron a casa a cenar Alberto empezó a contarnos historias que le habían pasado durante su travesía en el barco. Todos estábamos con la boca abierta escuchándolo cuando de pronto pregunto ¿Os gustaría venir a visitar el barco?. Mis padres dijeron corriendo que si, que estarían encantados de poder visitar el barco, y en mi cara se dibujó la mejor de mis sonrisas. De esta manera empezó para mi la cuenta atrás para vivir un día inolvidable. Por fin el día llegó, eran las ocho de la mañana cuando mis padre y yo salíamos de Cartagena en nuestro coche, junto con otros amigos que se apuntaron a la excursión. ¡Que viaje tan largo! Pensé que no llegaríamos nunca. Al llegar a Almería nos dirigimos al puerto y llamamos a Alberto. De pronto al mirar hacia el mar vi unos mástiles altísimos con unas enormes velas blanca, ¡ahí está! pensé, y al acercarnos apareció ante nosotros un impresionante galeón, como esos barcos que tantas veces había visto en los cuentos de piratas. Era realmente precioso y tan grande como el barco del capitán Garfio en al película de Peter Pan. Un guardiamarina vino a recibirnos y nos condujo hasta la cubierta del barco donde Alberto nos esperaba, nos enseño el puente de mandos, desde donde el capitán tripula el barco. A mi me dijo que apretara un botón de color rojo, y al hacerlo sonó la sirena del barco, ¡fue genial!. Luego paseamos por la cubierta, que estaba reluciente, nos explicó como se izaban las velas y como la tripulación hacía navegar el barco con ellas los días de viento. Después bajamos al camarote de los marineros, una habitación llena de literas; al camarote de Alberto, que como es oficial, tenía el suyo propio; a la cocina y por último nos enseñó una pequeña capilla con una virgen muy chiquitita. Luego pasamos al comedor de los oficiales, nos sentamos en una gran mesa de madera reluciente y unos marineros nos sirvieron la comida, todo estaba riquísimo. Después del almuerzo un compañero de Alberto nos enseñó, en la biblioteca, las cartas de navegación, astrolabios y otros instrumentos marítimos que utiliza el capitán y sus ayudantes. Ese fue el final de nuestra visita al Juan Sebastián Elcano, el final de un día inolvidable para mi. GRACIAS ALBERTO
Sexto

Lo malo también es bueno


(Basado en hechos reales)
Yo soy Jorge, tengo 10 años de edad y estoy en quinto de primaria. Tengo un par de problemas pero eso ha hecho que sea el más conocido del colegio y de los pueblos de mis abuelos. La gente no sabe que las cosas malas tampoco son tan malas, porque mi problemas hacen que en algunas cosas sea peor que los demás, pero en otras cosas yo soy mejor. Por ejemplo: yo soy el más lento de la clase corriendo pero soy el que se mantiene más rato a la pata coja y también el que tiene la pierna más dura. Alguna gente se mete conmigo por lo de tener la pierna más dura pero esos son los más tontos, y además eso es bueno porque si alguien me pega una patada a ellos les duele, a mi no. Tengo otro problema peor que ese, que hace que mientras juego con mis amigos tengo que parar un rato para comer y algunas veces cuando no puedo tragar me tienen que llevar al hospital, y cuando como un montón de comida me puedo quedar en coma, pero eso nunca me ha pasado y espero que no me pase. Deseo que descubran un remedio para esa enfermedad llamada diabetes, es la segunda que he dicho. Lo que no me explico es por qué a la gente le da por preguntarme, que pregunten a mi madre que es la que más sabe de este tema, yo sé muy poco, sé lo justo para mi edad. A los que se meten conmigo les digo que se pongan en mi lugar, a ver si aprenden de una vez esos catetos. Yo soy jugador de un equipo de baloncesto llamado Cordobasket Vistalegre. Juanma, un amigo, fue el que me convenció para que me uniera. Vamos muy bien, en la liga, segundos pero por poco tiempo. Yo tengo muchos amigos y amigas: Dani, Mariangeles, Paloma, Juanma, etc... Mis amigos, cuando vamos al parque quieren que vaya yo, porque así somos más jugadores en el equipo. En el colegio cuando nos peleamos nos perdonamos a los 5 minutos, eso es algo bueno pero lo malo es que hay muchas peleas y eso no nos gusta. Mi colegio es C.E.I.P. Enríquez Barrios donde nos han dado unos ordenadores y han puesto una pizarra digital, me gustan mucho y también comer. Mis padres dicen que tendré diabetes pero como más chuches que muchos de la clase. Esta historia no la he hecho para ganar el concurso de relatos, la escribo para que la gente no me pregunte sobre lo de la pierna ni lo de los diabetes, porque los libros no están hechos sólo para leer, están para aprender y, aunque no os guste esta historia, quiero que aprendáis que el cuerpo cada persona lo tiene diferente y las enfermedades también. Pero en lo que somos todos iguales es en el interior y esto es una historia que nunca olvidaré.
Jorge

viernes, 23 de abril de 2010

NUNCA OLVIDARÉ


Cuando yo tenia por lo menos cinco años mí vida era muy distinta de como es ahora. Antes, normalmente, salía a jugar con un amigo mío llamado Antonio.
Yo vivía con mis hermanos, no como ahora, que se alojan en otros lugares ya que tienen que ir a la universidad.
Con mí hermana me llevaba regular, pero siempre acabábamos jugando al algo. También esta la familia, que vive casi toda en Valladolid, excepto mis padres, mis hermanos y yo.
Recuerdo cuando mí pueblo era muy distinto, había casitas, tiendas, árboles y demás cosas que ya han desaparecido.
Y no puedo olvidar la escuela. La escuela en la que yo estaba y estoy ha cambiado mucho desde que tenía tres años. Profesores, decoración, alumnos, decorado, etc…
He de decir que cuando tenía cinco años las cosas eran muy distintas, pero aunque hayan pasado tantos años NUNCA OLVIDARE, aquellos días en mi infancia.
Cabeza circular

Nunca lo olvidaré


Nunca olvidaré el pasado viaje a Sevilla hace tres días y dos noches.

Visité partes que eran desconocidas para mí y para mis amigos. Exploré sus maravillas más remotas y consulté a los más sabios guías acerca de sus vigorosos monumentos y edificios.

Me recomendaron visitar el monumento más simbólico de Sevilla, “La Giralda”, con sus esculturas y tapizados de arte renacentista hacia finales del siglo XII.

Todo era precioso, me fijé en sus gigantescos techos, pilares y luminosas ventanas de colores palpitantes.

Aquello era fantástico aunque no me sentía del todo completo, necesitaba algo más, por eso observé un cartel digital que ilustraba un mensaje que ponía: SUBIDA A LA GIRALDA, SIGA LAS FLECHAS . Esa señal permitió que la parte pícara de mi conciencia me hiciese separarme de mis compañeros y dirigirme hacia la gran cola de gente que esperaba para subir a la Giralda. Cuando por fin acabó esa tremenda cola de gente pensé que hubiera sido mejor haberse quedado con los demás porque veía la gente bajar cansada y desnutrida de sus treinta y siete pisos de altura. Ese obstáculo hizo que mi cabeza se dijese a si misma: “¿Estás preparado para subir?”, pues “¡Let´s go!”

Me adentré en sus estrechos caminos y comencé a subir lo más rápido que pude, pero no era suficiente. Al llegar al piso seis ya estaba agotado y aun me quedaban treinta y un pisos más por subir. Poco a poco veía la altitud que iba cogiendo a través de las ventanas y mi ansiedad ya estaba subiendo por cada paso que daba.

Al fin estaba delante del último piso y una blanca y gloriosa luz iluminó mi camino conduciéndome hacia una puerta.

Cuando me asomé valió la pena, me senté sobre el reposo de lo alto de la torre y me quedé estupefacto ante las vistas de Sevilla.

Nunca olvidaré el momento en que subí a la Giralda y contemplé sus vistas.

SERIOTE

La soledad de un libro


En una calle vieja, rota por sus años, yacía un viejo mendigo cuyo fin era tener un poco de dinero para alimentarse ya que antes de ser un mendigo era librero y por causas de pagos se vio arruinado y en la calle. Antes de que le quitaran todo lo que tenía se llevó un único libro, era un libro de pasión, de aventuras, de maleficios encantados.

Al leer ese libro siempre se acordaba del pasado y de la gente que le había ayudado y de la que no. Lo leía una y otra vez y siempre se acordaba de lo que iba después, pero nunca se cansaba de leerlo. Al leer el libro se imaginaba un mundo nuevo , un mundo donde él estaba solo y toda la gente que él quería podía estar solo con un chasquido de dedos , también se imaginaba que las personas que le hicieron daño y lo pusieron en esas circunstancias trabajaban para él. Se despertaba una y otra vez de aquella imaginación que le hacía ser alguien importante, mientras que las personas pasaban de prisa para evitar darle a aquel pobre hombre algo para comer.

El libro lo seguía leyendo una y otra vez, día tras día, año tras año... El libro desprendía un fuerte olor y también estaba roto al igual que su dueño ya que habían sufrido muchas guerras y batallas. Al pronunciar las últimas palabras de aquel dichoso libro, sus párpados se cerraban poco a poco. Desde entonces habían pasado cuatro años y los dos tenían un aspecto más desaliñado y se vieron las caras por última vez.

A la tarde siguiente una pelota iba calle abajo con unos niños que se vieron atrapados por la crueldad que veían: un pobre hombre desamparado que se encontraba muerto con un libro en el pecho y una mano engarrotada con un plato vacío.

Un libro puede hacer feliz hasta la persona más insignificante. Si hay imaginación hay un libro

Laves

EL PAÍS DE LOS LIBROS

Queridos amigos, nunca olvidaré mi visita al bosque. Nunca lo haré porque me ocurrió una cosa fascinante. Entré en el país de los libros.

-Mamá, voy a dar una vuelta por el campo.
-Vale, pero no te pierdas.
Un sábado, que estaba con mi familia en el campo, me dieron ganas de dar un vuelta.
Llegue a un bosque que nunca había visto antes, y eso que había ido muchas veces a este lugar. Seguí caminando hasta que me encontré con un hada que paseaba por allí. Estaba extrañada porque creía que no existían pero esta me dijo:
-Anda, me has encontrado, iba de camino al país de los libros..., ya he hablado mucho, mejor me callo vaya a liarla.
-Al país de los libros, ¿pero si no existe?-dije yo.
-Pues claro que existe.-me contestó ella.
- Demuestramelo
-Vaalee.
El hada me llevo hacia un gran lago. Esté se abrió apareciendo una escalera. Yo me llevé un grandísimo susto.
-Entra, aquí es.-me dijo el hada.
Entramos y allí había un montón de libros jugando y divirtiéndose.
-Hola.- me dijeron todos ellos.
Viví aventuras muy emocionantes. Por ejemplo, me enfrenté a el Lobo de las Tinieblas que quería destruír lo libros, conocí al rey Libratus II, etc.
El hada me acompañó de vuelta al lugar donde estaban mi familia y me dijo:
-Cuando quieras volver solo tienes que leer.
Le conté a mi madre todo lo que me había pasado, y, sabes lo que me dijo:”Vaya imaginación que tienes.”.
Ahora comprendo lo que me dijo el hada, y cada vez que quiero volver al país de los libros, leo para así poder adentrarme en ese mundo lleno de fantasía.
Espero que ahora comprendas porque nunca olvidaré aquel día. Y, tal vez, si tu lees también, lo más seguro es que te adentres en ese maravilloso mundo de ilusión. ¡Te gustará la experiencia, te lo garantizo!
Nellie

Yo me imaginé


Yo me imagine un día una idea, que no se si las personas que lean este cuento os lo podéis imaginar .Un día me encontraba ya acostado en mi cama y me paso por la cabeza una historia que pude disfrutarla mucho .Era volver a otros años sin tele, sin radio, sin ordenadores, sin mp4.Me di cuenta las horas que tendríamos libres que nos quedarían para leer libros, cuentos, periódicos, novelas etc. Volviéramos a jugar a los juegos que jugaban nuestros padres. Nos veríamos mas con la familia y amigos, ya que tendríamos que verlos para darles recados, felicitarlos etc. Y no escucharíamos las típicas frases de los padres diciendo ¡Cuanto he pagado de móvil, de internet ¡ Creo que esta historia hoy día solo puede ser una imaginación .Lastima que nosotros los niños no hallamos podido conocer esa vida tan tranquila .Bueno os dejo, para incorporarme a la vida que nunca imagine .

Tímido

El bosque misterioso


Una noche de primavera, en que la luna brillaba de una forma especial pues, estaba más blanca que nunca.

Mi amiga Vero y yo estábamos sentadas en el porche de mi cabaña, junto al bosque, vimos un destello de luz naranja que procedió del interior del bosque. Llevadas por la curiosidad, nos adentramos en el bosque y nos dirigimos al arroyo. Cuando de repente escuchamos susurros y voces, el miedo se apoderó de nosotras, pero seguimos andando. Al llegar al arroyo, vimos reflejado en el agua un duende. Nos asustamos tanto que lo único que pudimos hacer fue abrazarnos y entonces sentimos que algo nos tocaba las piernas; en ese momento, me armé de valor y miré hacia abajo y vi que solo era unos matojos que se habían enredado en nuestras piernas. Al girar la cabeza se nos escapo un suspiro al ver que el duende solo era el reflejo de un viejo y feo árbol.

Ya más tranquilas, seguimos andando en dirección a esa extraña luz.

* ¡Vamos a casa!, que tengo mucho miedo – dijo mi amiga.
* Espera un momento, que he visto moverse algo – dije yo.

Dimos unos pasos hacia delante y vimos unas sombras. Nos escondimos detrás de unos árboles para mirar sin ser vistas; en ese momento, una nube tapó la luna y la noche se oscureció. Allí estaba la luz naranja, era una hoguera y a su alrededor había gente sentada; cuando miré sus caras, parecían deformes, todos escuchaban atentamente a otro miembro del grupo que leía un libro.

- Seguramente será un libro de conjuros, ¿verdad?

- Seguro que sí, no ves cómo le miran.

A la vez que algo me tocaba el hombro una voz grave nos dijo.

* ¿Qué hacéis aquí?
* No, no nosotras solo….
* Venid, acompañadme

Le acompañamos con mucho miedo.

* ¿Qué pensáis que pasó?

¡Pues! que las personas deformes eran niños que estaban de acampada, que el libro de hechizos solo era un cuento, que el hombre, de voz grave, era el profesor y que el miedo de esa noche fue producido por nuestra imaginación.

Mariposa

Algo inolvidable


Aún recuerdo aquellos días en los que jugaba con mis amigos al pilla-pilla y a otros tantos juegos divertidos. Nos lo pasábamos de maravilla corriendo y corriendo de un lado para otro hasta cansarnos. En el cole siempre hacía algo malo, y es que era un traviesillo, pero un hacha en los estudios. Me encantaba jugar con los cochecitos de juguete y a las pistolas, sentarme con mi abuela por las noches a mirar las estrellas y escuchar sus cuentos, cuentos de mundos mágicos, mundos maravillosos. Pero todo eso, ya se ha acabado. Ahora soy un hombre adulto, mi nombre es Alejandro, y tengo muchas responsabilidades y un trabajo y una casa que mantener. Recuerdo todo sobre cuando era niño cada vez que salgo a pasear y veo a los chavales jugar y divertirse. Que sea mayor no quiere decir que yo no me mezcle con los zagales, porque me gusta juntarme con ellos, correr y jugar y hacerlos reír. Cuando era pequeño no me gustaba tener que estudiar y hacer las tareas, por eso siempre decía que me gustaría ser mayor para tener mi trabajo y no tener que estudiar. Ahora me doy cuenta de que es mejor ser un niño y disfrutar de la vida y que, cuando uno es mayor tiene que encargarse de todo: su casa, su trabajo, su familia...



En el colegio casi siempre me peleaba con los demás chicos y al final los maestros acababan castigándome, pero aún así tenía muchos amigos, hasta que me di cuenta de que yo no podía estar metiéndome con los demás siempre, que eso estaba mal, y poco a poco fui cambiando y acabé por convertirme en lo que hoy día soy: un hombre respetuoso que a logrado una carrera y tiene un trabajo bueno y estable, y una vida llena de alegrías. Y es que yo creo que la infancia es algo inolvidable y rememorarla te llena de alegría al recordar bellos momentos.




Chispitas

Para no olvidar


Hay historias que no se olvidan aunque pase una eternidad, porque son responsables de cómo son las personas y lo dicen todo de alguien. Todo el mundo tiene su propia historia, todas diferentes e igual de importantes al mismo tiempo, y da la respuesta y el sentido a las preguntas de quien las vive. Como cualquier otra persona, un chico de poco mas de doce años, Carlos, aun recuerda su historia.
Carlos era un chico normal, como se es a su edad y de muy buen corazón.
Ese año, acababan de empezar las vacaciones de verano y una mañana de repente se encontró en el lugar mas desconocido y a la vez familiar que podía esperar, donde una sensación igual de extraña lo invadió, unos olores magníficos le embargaron los sentidos y una voz melódica y profunda que parecía venir de todas partes le habló, aunque en realidad no lo hizo, solamente le consultó su corazón. Lo que le dijo fueron las palabras más claras y sabias que había oído y oyó en su vida. Lo que la voz le dijo nunca lo olvidó, pero esas palabras no las volvió a oír mencionar nunca. Cuándo la voz cesó, una clara luz apareció ante él y entonces todo lo que vio fue un mar revuelto de imágenes, sonidos, emociones y sentimientos y reconoció todos y cada uno de ellos.
Era lo que había visto, oído, sentido y querido y lo que iba a ver, oír, sentir y querer.
Al instante todo se desvaneció y unos resplandores y una penumbra lo envolvieron, y luego apareció tumbado en su cuarto. Eran las diez y media, lo que dejó claro que no había estado dormido porque era exactamente la misma hora. Esa noche escribió en un papel: Nunca olvidaré nada, porque no se debe olvidar lo que se sentido porque, en realidad no se puede.
Carlos cambió mucho, porque si anteriormente se ha dicho que era de buen corazón, después lo fue más y todos lo notaron, pero nunca le preguntaron por qué.



Manuel

Que tu vida no dependa de otra persona


Se llamaba María , tenía 13 años ( los mismos que yo ) Ella iba todos los días normal al colegio , con sus amigas y amigos . Tenía novio pero lo dejó porque no la dejaba ser como ella quería .Al principio él se quería hacer el duro y decía que le daba igual.. Pasaban los días y ella le seguía queriendo . El niño , Pablo , para hacerse el interesante hacía como si ella no existiera , hasta que un día María le dijo que quería volver con él. Este le dijo que sí .Pasaban los días y el chaval no cambiaba la seguía atosigando pero como ella lo quería tanto proseguía su relación con él . Un día ella no le hizo caso y él en un momento de histeria le pegó. María hizo como que no pasaba nada , hasta que llegó un momento inoportuno de su relación que en vez de un guantazo le dio un puñetazo y este desgraciadamente la dejó inconsciente , se calló y se dio con una piedra en la cabeza.. La niña murió y Pablo fue metido en un centro de menores

Dolby

Perdida en la acampada


Un día de verano, yo y mis amigos queríamos hacer alguna excursión todos juntos. Uno decía de ir a un parque de atracciones, otro a algún museo y nadie nos aclarábamos.
Al final Macarena, una amiga mía, propuso ir de acampada para pasar un día y una noche. Esa idea nos conmovió a todos, así que esa excursión es la que íbamos a hacer. Empezamos a planear el día, las cosas que íbamos a llevarnos, etc.
Llegó el día y yo y todos mis amigos ya estábamos preparados para irnos. Cuando llegamos a la montaña montamos las tiendas de campaña y todos nos repartimos para buscar palos para hacer una candela.
Unos se fueron por el río, otros por la ladera de la montaña, pero siempre iban en grupos, menos yo que sin darme cuenta me separé de mi grupo y me metí en el espeso bosque.
Estaba llegando la noche y todos estaban reunidos encendiendo la candela, y Macarena se dio cuenta de que faltaba yo. De nuevo todos formaron grupos para buscarme.
Yo estaba sola y tenía mucho miedo. Caminaba desesperaba y pensé que mis amigos no se preocuparían por mí y no irían a buscarme. Escuché ruidos y yo asustada retrocedí un paso hacia atrás cuando un gran trozo de tierra se desprendió y me di cuenta que estaba al borde de un precipicio.
Grité y mis amigos me escucharon. Fueron corriendo hacia mí llamándome a voces. Por fin me encontraron y volvimos a la acampada todos juntos. Yo estaba feliz porque me di cuenta de que mis amigos se preocuparon por mí.
Dije que nunca más me volvería a separar de un grupo y este hecho nunca lo olvidaré.

Virlly

Algo que nunca podré olvidar


Mi primer día de instituto en el Duque De Rivas era viernes, 15 de septiembre. Entonces entraba en primero lo que significaba que éramos los más pequeñitos. Iba acompañada de mi madre, cuando me vi a las puertas del instituto. Mi madre me vio nerviosa y me dio un abrazo muy fuerte y se despidió de mí. Así supe que todo iría bien y que todo seguiría igual. Al entrar, vi a la conserje en medio del bullicio. Se llamaba Carmen. Le pregunté donde estaba mi aula y me llevó a ella. Después se fue a conserjería. En el trayecto hasta mi aula, me habló sobre como funcionaban las cosas en el instituto. Ahí me dí cuenta de que aunque tuviéramos once años, nos iban a tratar como adultos. Mientras me lo relataba, llegamos al aula. Me encontré en la puerta de mi aula. Podía leer un cartel donde ponía “1º ESO B”, y me sentí orgullosa de mí misma. Al entrar estaban todos mis compañeros: los que no conocía junto a los conocidos. Reconocí a un amigo de toda la vida y me fui a su lado. Fue un alivio en ese momento. Me senté en la segunda fila, junto a la ventana.

De pronto sonó el timbre. Entró por la puerta el profesor: Rafael (me recordó a un ogro de los cuentos porque no paraba de mandar a callar). Se sentó en su silla que a mi me parecía un trono. Empezó a hablar y nos explicó que nuestra tutora estaba de baja por maternidad. De pronto, me mandó a por un parte porque había varios alumnos que se estaban comportando mal. Salí de la clase para dirigirme a conserjería, pero estaba tan nerviosa que me perdí. El instituto no es muy grande, pero no lo conocía. Fueron unos minutos horribles pensando que el profesor me estaba esperando con el parte y yo no sabía ir ni volver. Al fin ví unas escaleras y bajé. Pero bajando me tropecé y caí. Me vió Carmen y me ayudó a levantarme. Le dije lo que buscaba y me lo dio. Así que volví a clase y se lo dí al profesor. En el aula, el profesor dio el horario, la lista de profesores y las normas de comportamiento. Terminó la clase y salimos. Me dirigí a mi casa, pensando en lo ocurrido. Cuando llegué les conté todo lo ocurrido a mis padres. Cuando terminé el relato me di cuenta de que había sido un día espectacular y que en el fondo estaba deseando volver.


Meloja

Nunca lo olvidaré


Varios días antes de que terminara el instituto mis padres me comunicaron que nos íbamos a mudar a Málaga por asuntos de trabajo. El día anterior a trasladarme a mi nueva casa, todas mis amigas vinieron a ayudarme a hacer las maletas y aunque intentábamos parecer fuertes, no era así, ya que todas estábamos muy tristes por mi ida y a pesar de que volvería en vacaciones, no iba a ser lo mismo.

Sin darme cuenta, había corrido el tiempo tan rápido que yo ya me encontraba montada en el coche. Estuve todo el camino callada, al igual que mi familia, reconozco que soy muy mala para esos cambios tan bruscos. Al cabo de un par de horas, empezamos a ver una gran masa de agua brillante, el mar, y aunque en cualquier otra situación me hubiera alegrado por tenerlo tan cerca, en esos momentos no lo estaba.

Entré en mi nuevo hogar que era más grande que el anterior, más luminoso y con unas vistas fantásticas a la costa.

Aunque pareciese mentira, no salí de mi casa hasta una semana después, precisamente comencé a salir el día que empezaban las clases del instituto. Pero en esa ocasión, no podía poner pretextos ya que era mi obligación ir a clase, no todo era tan malo como pensaba: tenía buenos compañeros, chicas que querían ser mis amigas y un chico maravilloso llamado Raúl, pero para mi mala suerte, también le interesaba a más de una chica del instituto.

Volviendo para casa y con mi autoestima por los suelos vi cómo Raúl me seguía, por eso lo esperé, al parecer era mi vecino y, además, me invitó a ver todos los rincones maravillosos que había en aquel lugar. Esa misma tarde. Parecía que cada vez nos llevábamos mejor y que no era una chica más de todas aquellas que intentaban impresionarle.

Un día me llevó a la playa y allí me dijo:

-Nunca lo olvidaré.

No entendía lo que me decía pero allí mismo me plantó un beso de esos que nunca se olvidan, cómo decía Raúl. A partir de aquel maravilloso día, era la novia de Raúl y una persona tremendamente feliz. Y todo aquello me enseñó que no todos los cambios bruscos tienen que ser grandes catástrofes, sino que pueden ser gratas sorpresas y, que no me puedo sentir inferior que otra persona y tirar la toalla, sea la situación que sea.

Bella

Nunca me olvidaré


En 2006, mes de noviembre, fui a Barcelona a ver a mi equipo preferido, el Fútbol Club Barcelona. Me fui por la mañana y llegué al mediodía. Ese día fue el más feliz de mi vida. Cuando me monté en el coche sentí una gran felicidad, tardamos 8 horas en llegar. Cuando llegué y vi a mis titos fui corriendo hacia ellos y les abracé. El primer día me quedé en la casa de mi tito y por la noche fui a Barcelona capital a un restaurante, ya que vivía en Granollers. El dueño era un hermano de mi tito.

El segundo día por la mañana estuve en su casa navegando en internet y jugando a la PS2 de mi primo Cristian y por la tarde salí a dar un paseo por el barrio de la calle de mi tito y vi un parque donde me quedé a jugar un buen rato y después, por la noche fui a una bolera con mi padre, mi tito y sus amigos.

El miércoles fue el gran día. Por la mañana estuve en el estadio viendo los entrenamientos y fui a la cantera del Barça (la Masía) y vi a los jóvenes que jugaban en las categorías inferiores y yo también jugué con ellos. En ese momento me sentía feliz como un mariposa cuando oye el canto de las flores. Jugaba muy mal pero en una que la pillé marqué un gol. Por la tarde vi a los jugadores del Barça, aunque no me dieron un autógrafo suyo y tampoco me hice una foto con ellos.

Por la noche fue el gran momento, estaba contento y triste a la vez. Contento porque iba a ver el Barça y triste, por si perdía. En el primer minuto Van Bomel, un antiguo jugador del Barça, marcó un gol tan pronto que todavía no estaba sentado. En el minuto 23 marcó Eto'o, otro antiguo jugador del equipo y en el minuto 43, otra vez Eto'o. 3-0 al descanso, el partido no podía ir mejor.

En el segundo tiempo en el minuto 53 marcó Eto'o, era su tercero y sentenció el partido. Además hizo un hat trick, el sueño de cada jugador de fútbol. En el minuto 82, Giuly culminaba la gran noche en la que yo había visto al Barça ganar contra el Panathinaikos. El árbitro pitó el final del partido, yo salté de alegría y me besé el escudo de la camiseta. Esa noche fue la noche más grandiosa de mi vida.

El jueves, por la mañana, estuve navegando en internet y por la tarde estuve en el mismo parque que estuve jugando el martes y conocí a un niño, me hice amigo de él y estuve jugando con él en los columpios. Se llamaba Joan y me dejó su GAME BOY y jugué con ella.

El viernes fue el último día. Me fui por la mañana, a las 7. Nunca me olvidaré de esto.

Futbolista

Mi gata más preciada



Estando yo en mi casa, una tarde de verano, estaba muy contenta. Me levanté, desayuné, y me fui a mi cochera a echarle de comer a mi gata, como de costumbre.
Cuando me disponía a echarle de comer, me llevé un susto tremendo, me di cuenta de que mi gata no estaba allí. Empecé a buscarla por todo el pueblo, pero no la encontraba.
Llamé a mi madre, a mi padre y a mi hermano. Mi madre y yo la buscábamos por la calle, andando y mi padre y mi hermano con el coche.
Yo estaba muy nerviosa, no comprendía porque se había ido. Después de un tiempo de buscarla no la encontramos... Me quedé muy dolida, no comía nada, me pasaba las tardes y las noches llorando.
Ella era muy bonita, blanca como la luna, con unas manchas marrones. Se llamaba Manchi.
Yo tenía fe en que la podía encontrar y al día siguiente iba a intentar buscarla de nuevo.
No la encontraba, yo no podía más... Todas mis amigas me daban fuerzas y me decían que iba a aparecer, pero a mí ya se me habían acabado las esperanzas, estaba muy triste, yo siempre pensé que mi gata iba a estar conmigo, pero luego, me di cuenta de que eso no iba a ser así.

Pasada una semana, mi hermano, para darme ánimos, me dijo que si quería el gato de un amigo suyo. Ese gato era negro, como el cielo cuando se enfada. Yo le dije a mi hermano que no lo quería, porque ningún gato podía reemplazar a mi Manchi. Mi hermano me hacía muchas cosas, para que no me pusiese triste, pero yo seguía deprimida.
Mi madre me compraba mucha ropa, porque pensaba que así me iba a animar. Me gustaba todo lo que estaba haciendo por mí, pero yo seguía muy afligida.
Todavía no la he encontrado, y sigo muy, muy dolorida, pero creo que lo que tengo que hacer es tener un poco de esperanza...

Manchi

Una fantástica aventura


Nunca olvidaré el día que estaba en la biblioteca y empecé a leer un libro muy interesante que se titulaba: “El mundo al revés”. Cuando terminé de leer el libro sentí un cansancio profundo. Me quedé dormida.

Soñé con el libro que había leído .Los habitantes de esa ciudad lo decían todo al revés y yo no los entendía .A uno de los habitantes le pregunté qué dónde estaba ,qué era esto y me contestó que estaba en el mundo normal y yo le pregunté : ¿ En el mundo normal?.Y él me dijo en voz muy baja: - Si te cuento un secreto, ¿me prometes que no se lo dices a nadie? - Yo se lo prometí .

Entonces me contó que el rey del mundo al revés no les dejaba que hablaran normal ,tenían que decirlo todo al revés ,y si alguna vez hablaban normal se tenían que ir de esa ciudad .

Bueno de lo que estábamos ablando que en realidad estas en el mundo al revés .Entonces un golpecito en la espalda me despertó era la señora encargada de la biblioteca ,me dijo que era hora de cerrar. me fui .

Al día siguiente volví a la biblioteca y me senté en el mismo sitio que me que me había el día anterior y me volvió a pasar lo mismo y mientras me dormía otra vez soñé con el libro pero este sueño fue peor porque el rey de la ciudad del mundo al revés se entero de que.

Esteban, el habitante que estuvo conmigo en el mundo al revés, me contó que el rey no les dejaba hablar si no lo hacían al revés,y lo ha echado de la ciudad .Cuando me desperté me encontré a Estaban a mi lado entonces lo invite a que se viniera a mi casa a vivir conmigo y el acepto la invitación y nos hicimos muy buenos amigos .

Desde ese día, vamos cada tarde a la biblioteca, leemos juntos el libro pero, no conseguimos quedarnos dormidos, para volver a entrar en nuestra fantástica aventura.

Le he preguntado a mi abuelo, que le encanta la lectura , - ¿ por que no podemos Esteban y yo volver a entrar en el libro?. Y él me ha dicho: ¡Será que habréis crecido!.

Vallecita.


La sombra


Una noche oscura y fría, desde mi cama, vi a alguien en el cementerio.

Estaba nervioso, pero, a la vez intrigado. ¿Quien sería? No creía en los fantasmas, pero, no sabía que era. Salí de la cama, miré por la ventana y sopló un viento fuerte y gélido. Asustado me fui a mi cama y cerré los ojos. Estaba muy asustado. Despacio me asomé otra vez y allí estaba esa sombra oscura y escalofriante. Seguro de mí mismo bajé a la puerta y la abrí. Sigilosamente me acerqué a la verja, la sombra estaba más lejos, después desapareció. Guiñe el ojo extrañado ...¿como era posible?

Entonces lo vi otra vez, confiado le dije: ¿Quién eres?, pero se fue. Al día siguiente volvió, entonces llame a mis padres, se levantaron y miraron pero no estaba. Les dije que estaba seguro de que estaba allí, me acosté nervioso e intrigado. A la mañana siguiente, en el colegio, lo conté, pero, no me creyeron,cuando llegue a casa fui al cementerio para investigar, no había rastro, ni pruebas.

Volví a casa, investigué algunos casos iguales, pero, no había ninguno como éste, era extraño, este caso no se había visto nunca. Por la noche, miré otra vez y allí estaba ese cuerpo misterioso. Estaba ansioso por saber qué era, pero a la vez un poco asustado. Pensé que era mejor terminar el caso mañana. Pero no, fui directo a resolver este caso interesante. Entre las tumbas, la sombra iba directamente a dos de ellas. Me pregunté: ¿Por qué sólo a esas tumbas?, ¿por qué no a las otras?

Era en todo caso raro.

Le dije: -¡Oye!”. Y me respondió una voz sin aliento: -¿Qué?”.

Asustado, fui corriendo a mi casa y llamé a la policía. Una vez llegada, la sombra echó a correr. La policía iba detrás. Al final, se trató de un delincuente, muy buscado, que pasaba la noche en el cementerio

Al otro día me concedieron una medalla de honor por encontrar al delincuente, fue una historia que nunca olvidaré.

Jose





El bicho de las Jaras


Hace dos años, estaba pescando en las Jaras y me aleje con un amigo un poco.

Cuando volví, no podía andar porque tenía el pie derecho hinchado: me acababa de picar un bicho. Así que me llevaron mis padres al ambulatorio de la Avenida de América. Allí me dijeron que tenía el tobillo doblado pero yo sabía que me había picado algún bicho.

Después fui al hospital, me hicieron una radiografía y me dijeron que sabían que me había picado un bicho. Me mandaron a casa con un tratamiento.

Al día siguiente, el pie se me hinchó más y se me puso negro. Mis padres me llevaron por segunda vez y me dijeron que tenía que quedarme ingresado 19 días, casi me amputan la pierna.

El bicho que me pico fue: escorpión, escolopendra o víbora. Fue la peor experiencia que tuve en mi vida. Nunca lo olvidaré.

Ivaneitor