jueves, 22 de abril de 2010

Tú eres la clave


Era bien temprano para levantarse un sábado. Su madre se había ido a trabajar. Por lo que estaba sola y seguramente una nota estaría encima de la mesa esperándola. Cogió leche, cereales, un bol…y se lo llevo a la mesa. Y como no, la nota estaba allí. Le echó un vistazo rápido a sus tareas: recoger el cuarto, lavar los cuatro platos de la cena…y la más importante comprar el pan. Para ella esa era la primordial. En la panadería le esperaba el chico que a ella le gustaba…había hablado tanto de él con su madre…Dejó el desayuno sobre la mesa, fue corriendo a coger el portátil para poner música, la música que a ella le gustaba, para ambientar la casa mientras se preparaba…Una ducha…una sesión de plancha, maquillaje, el conjunto más nuevo…aunque algo incomodo para ir solo a la panadería….los tacones… estaba hecha un pincel. Bajó corriendo los tres escalones del portal y salió a la calle. Pero al poco tiempo empezó a tronar. Vaya, el pelo. Con el rato que le había dedicado ahora se le iba a estropear con la lluvia. Salió corriendo a ver si llegaba a la panadería antes de que empezase a llover. Al fin llegó y una música familiar le hizo flotar en el aire. Era su música, la que a ella le gustaba. Pero tuvo la mala suerte de que en ese momento una de sus amigas le llamase al móvil y el tono de llamada sonó más fuerte que la música que tenía hace nada de fondo, era muy desagradable, y a pesar de tenerla de tono, no le gustaba, tan solo la tenia por una simple moda. Dirigió la mirada tras el mostrador y vio que su chico la miraba extrañado con el ceño fruncido, vaya-pensó- le he molestado… se dio media vuelta y salió a la calle. Pero por desgracia, empezó a llover. El pelo se le mojó, el maquillaje se estropeó, se empapo enterita y no iba nada cómoda andando con esos tacones…Llegó a casa destrozada. Se desplomó sobre la silla donde se había sentado para desayunar y vio algo…en la nota…había algo que no había leído con las prisas…cogió la nota y leyó lo ultimo que había dejado escrito su madre: …ah! Y no te olvides: ¡SÉ TU MISMA! J ...sonrió para sí y todo se volvió diferente para ella. Esa era la clave…ser ella…Se levantó rápidamente y se acordó de que el pan no lo había comprado con los nervios. Estaba a tiempo. Entró en su cuarto y se vistió con unos vaqueros y una camiseta del año pasado. Desde aquel día nunca lo olvidaría…la clave es ser tú mismo…porque solo tú puedes ser perfecto a tu manera.

Nana

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